En las diferentes organizaciones que hemos trabajado hemos visto que a menudo se producen ciertas tensiones entre negocio y tecnología. En este post hemos querido hacer una historia “basada en hechos reales” que representa algunos de ellos.

Punto de partida

Érase una vez una gran empresa que hasta ahora había vivido de forma plácida con un producto tecnológico que instalaban en unos pocos clientes y que les proporcionaban el 80% de su facturación. Pero el mercado estaba cambiando… y ahora habían aparecido nuevos competidores que estaban proporcionando los mismos servicios que ellos a través de APIs, haciendo que los competidores estuvieran mejor posicionados que ellos y llegando a muchos más clientes.

El CEO decide que para asegurar la supervivencia de la empresa, esto tiene que cambiar y necesitaba adaptarse cuanto antes a esos cambios del mercado. Necesitan crear un nuevo producto que ofreciera sus servicios “on premise” en cloud. El CEO creía que realizar este cambio era algo sencillo, ya que simplemente implicaba un cambio tecnológico, el negocio seguía siendo el mismo. El CEO comunicó su deseo a su primera línea de liderazgo…. ¿Ya te estás imaginando la cantidad de problemas que saltaron a la palestra verdad?

Para afrontar este cambio que necesitaban realizar nos contactaron y les ayudamos a gestionar este proceso de transición.

Cómo estaban trabajando

La gran empresa tenía un gran número de personas en negocio, alrededor de unas 200. Estos se preocupaban de idear nuevos productos y gestionar la relación con los clientes, ej: escuchar sus necesidades, darles soporte de los servicios, fidelizarlos…

Por otro lado, la empresa tenía un equipo de tecnología de unas 30 personas. Estos se preocupaban de realizar y mantener los desarrollos de los diferentes productos, con sus bases de datos y del mantenimiento de sus servidores.

¿Qué ocurría cuando el negocio tenía una necesidad? Por ejemplo: una nueva funcionalidad o capacidad de un producto, modificar algo de un producto existente, el soporte de una incidencia etc…

Realizaban un pequeño documento con la necesidad y el único representante de negocio hablaba con el único representante de tecnología para que su equipo realizase la tarea. Esto podía suceder varias veces durante un mismo día, bien en una reunión, por correo etc… Además la persona de tecnología asignaba según capacidad las tareas a las personas directamente.

¿Cómo crees que les estaba yendo? Pues no excesivamente bien… sus principales problemas eran que:

• No existía una estrategia conjunta entre negocio y tecnología a medio y largo plazo
• No existía una gestión de la ejecución del trabajo, no se priorizaba, todo era urgente
• No existía un liderazgo técnico que diese soporte al negocio. El negocio pedía sin tener en cuenta las necesidades y capacidades tecnológicas
• Y suma y sigue….

¿Que decidieron hacer para ser capaces de asegurar la supervivencia de la empresa?

Realizaron un conjunto de cambios priorizando lo que necesitaban optimizar en ese momento, ej: riesgo, coste, agilidad… Los ejecutaron de forma orquestada y a la velocidad que la propia compañía necesitaba para que los cambios se fueran adoptando.

Ejemplos de algunas acciones concretas:

• Elaboraron una estrategia conjunta que les permitia adaptarse a los cambios sin perder de vista el objetivo final y la revisitaban frecuentemente
• Rompieron los silos de conocimiento y generaron equipos de producto que se responsabilizaron del punta a punta de los productos
• Profesionalizaron la gestión de proyectos a través de una visión global de todos los proyectos/productos, con dependencias identificadas, priorización visible para toda la empresa, gestión de la deuda técnica, gestionando el número de cosas en progreso etc…

Y… sorpresa! sobrevivieron.

¿Te has sentido identificado? ¿Has visto de cerca problemas parecidos? ¿Tienes otros problemas de los que quieras hablar? No te cortes y déjanos un comentario o contactanos!